miércoles, 30 de septiembre de 2009

El deseo ¿Quién desea?




Cuando el deseo llama a la puerta y la mente crea mundos para poder darle curso, surgen la división y el conflicto.
 

Pero ¿No es el deseo parte de la energía de la vida? 

Por lo tanto el problema no es tanto el deseo, sino lo limitado y estrecho de sus miras.

Si el deseo tiene en cuenta el crecimiento del universo entero, es que fluye en la dirección correcta y por los canales adecuados, por lo que estará trabajando alineado con la vida y se ha convertido en una cuestión de amor que busca expresarse. 

Son los deseos que sólo miran el beneficio de un pequeño "yo", en los que habrá que ir profundizando hasta descubrir la carencia a la que apuntan. Porque cuando  investigamos esa carencia y encontramos la falsedad del personaje en que se sustenta, podemos retroceder hasta descubrir su fuente. 

Así que siempre será la pregunta de ¿quién desea? la que nos dirige en la dirección correcta.

3 comentarios:

Sankara dijo...

Hola Beatriz.

Me has recordado a Sócrates que paseando por un mercado le dijo a un discípulo suyo, ves cuantas cosas hay que no necesito.

Namasté.

(z) Victoria dijo...

Hola Beatriz: el ego es en sí mismo una carencia y busca llenar ese vacío con cosas en el exterior; nunca está satisfecho y busca más y más; cuando la mirada va hacia adentro y sientes la "sensación de presencia" de la que hablaba Nisargadatta ahí no falta nada pues es sólo SER, el desear (y cualquier otro verbo) se disuelve.
Gracias por tus reflexiones.

Soledad dijo...

Pues sí.