viernes, 23 de diciembre de 2011

El corazón de las ideas



¡Pero si ya nos lo decían nuestras abuelas!...."No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy". Pero no.. Seguimos dejando en manos de un futuro imaginario las cosas que nos cuesta afrontar ahora . Y nos auto-engañamos pensando..." que sí" .... "que mañana sí" ...." que el año que viene"..." que ya nos estamos preparando para ello"...."que lo estamos meditando"...., sin ver que el reto se nos está presentando ahora. Que la realidad está teniendo lugar en este instante, y que una acción retrasada es una acción perdida. 

Por eso la indagación cotidiana nos invita a descubrir que es eso que ofrece resitencia, ya que una mente desnuda de proyecciones es una mente ágil, una mente que colabora, que es de utilidad en cada momento a lo que demanda ese momento, y que refleja a través de la idea adecuada el orden de una inteligencia global.

Pero la mayoría de nuestras relacciones, tanto con nuestros semejantes como con otros aspectos de la vida, están basadas en ideas estáticas, en conceptos preestablecidos, en condiccionamientos que hacen de nosotros seres robotizados y miedosos, que nos roban la frescura y la inocencia de lo nuevo, y no nos permiten adecuarnos, ser permeables y fluir con la vida.

Ver la causa de tal miseria, ya es el principio de la liberación. Por eso si aspiramos a un ideal y trabajamos con todas nuestras fuerzas por ello, debemos comprender las muchas otras posibilidades que el propio dinamismo de la vida y su constante fluir, nos van a ir presentando. Y así, el miedo ya no tiene razón de ser, porque nos hemos alineado con la vida y hemos dado la bienvenida a su amplitud y generosidad sin límites.

Las ideas son energía. Energía al servicio de la Inteligencia. Y una energía muy útil cuando llevamos a cabo nuestras actividades concretas en la vida diaría.
Ella nos induce a actuar de acuerdo a su carga energética....sexual....sensual...espiritual...De ahí la atención que les debemos prestar, porque a través de ellas nacen y se ponen en marcha gran parte de nuestras motivaciones diarias.

En la medida que vamos siendo más conscientes. Cuanto más cerca estamos del nacimiento de cada una de ellas, más llenas de claridad y caridad surgen, y más trasparentan el Orden Natural del que son un vehículo. Un orden que está en el origen del mundo de la experiencia y en donde el universo funciona como un conjunto.
Y entonces, ya no es la cabeza, sinó el corazón el que ejerce de centro unificador e integrador, y abre camino, pasito a pasito, a otra realidad distinta, y descubre una vida que no puede ser retrasada ni imaginada, sinó que está sucediendo ahora, porque la llevamos puesta en este mismo momento.