viernes, 19 de octubre de 2012




La vida aunque repita hechos, lo hace siempre, como un río, con agua nueva.

Y lo que ocurre en cada AHORA, igual que la ducha que nos damos cada mañana, tiene una cualidad única que invita a ser vivida de manera inocente, nueva y espontánea. 

De ahí que no nos valga lo aprendido.

No nos vale la memoria.



2 comentarios:

Unknown dijo...

He leído por ahí: La vida es el mejor MAESTRO... porque si no aprendes la lección, te la repite!

Más creo, como tú, que la vida jamás se repite... que la función de la memoria tilda como "repetición" aquello que se resiste a comprender!

Por ahí, estoy hablando de lo mismo... pero el enfoque es totalmente diferente!

Vivir cada instante TOTALMENTE, no deja residuos, memoria ni probable imaginación para esconderse... y lo que es mejor aún: hace que podamos vivir el próximo instante con la misma LIBERTAD!

Sólo hay estar despierto... casi nada... pero TODO!

MARAVILLOSO BEATRIZ, COMO SIEMPRE!

Beatriz Moro dijo...

Gracias Willy. Así de claro. Un fuerte abrazo