viernes, 17 de agosto de 2012

Lucidez e inconsciencia

La vivencia de plenitud es inherente a nuestro SER,  y no producto de las experiencias que nos toca vivir, por muy maravillosas que sean.

Pero a la mente le gusta apropiarse y gozar de ellas y siempre encuentra estrategias para distraernos de nuestro estado puro y natural, el del SER. No el de ser esto o aquello, ni del tener esto ni aquello, si no, el de sencillamente SER.

Por eso estar conscientes y atentos en cada momento de nuestra vida, permite morir al pasado psicológico y vivir espontáneamente, sin que el hábito repetitivo (de esto me gusta o esto no) guíe nuestras acciones.

Y cuanto más conscientes vamos siendo de esos momentos en que los pensamientos o las emociones nos llevan a identificarnos con ellos, antes nos liberamos de quedar atrapados en la inconsciencia....


Hasta ahora su vida fue oscura (tamas) e inquieta (rayas). La atención, el estado de alerta, la conciencia, la claridad, la viveza, la vitalidad, todas son manifestaciones de integridad, de unidad con su verdadera naturaleza (sattva). La naturaleza de sattva es reconciliar y neutralizar a tamas y rajas, y reconstruir la personalidad de acuerdo con la verdadera naturaleza del ser. Sattva es el sirviente fiel del ser, siempre atento y obediente. ( Nisargadatta)