domingo, 10 de febrero de 2013

La inocencia en el vivir





Dice  Nisargadatta:
Una vida vivida meditativamente, en presenciación plena, es por sí mísma el Nisarga Yoga. Que usted viva no es lo que importa, lo que importa es cómo vive usted.

¿Pero probamos alguna vez a ver cómo se desenvolvería  nuestro día a día sin ese escudo protector de "lo mío", lo que nos pertenece o lo que nos corresponde?
¿A sentir qué somos, sin nuestras ideas, creencias,  posesiones o  seguridades materiales o afectivas?

El miedo a soltar, a dejar ir, nos detiene; Nos da vértigo quedar desnudos y ser esa dimensión que siempre está en nosotros como simple y vacía vivencia de SER, de EXISTIR, de AMAR, en donde la referencia a un yo individual y a lo mío ya no tiene ningún sentido.

Y así ese espacio en donde somos completos como totalidad,  lo relegamos a menudo para dejarnos seducir por la esfera de la mente en donde se originan la división y la individualidad, y por lo tanto en donde se experimenta el sufrimiento. Haciéndonos buscar inútilmente y en medio de los objetos algo que nos vuelva a completar. Misión imposible.

¿Podremos atrevernos a vivir simplemente, sencillamente, sin construir imágenes y en relación directa con los hechos?

Cuando nos ponemos en marcha, y dejamos atrás el discurso del pensamiento descubrimos que la vida es algo que sucede siempre en el Ahora, de forma natural e intemporal. Y en donde las cosas pueden suceder o no como nos gustaría que fuesen, pero que si fluimos con  ellas , no dejamos espacio para que aparezca ese "personaje" creado por la memoria, que elige y juzga y da lugar a la violenciay al dolor

Y viviéndo  de esa manera inocente entendemos que no hay una vida que vivir....., porque  nosotros somos la vida....