sábado, 1 de junio de 2013

Vedanta práctico






Hay un Vedanta Práctico que tiene que ver más con los hechos, que con dichos, y que en seguida nos saca un espejo para que veamos que es lo que hacemos y como lo hacemos. Y para que comprobemos si concuerda o no con lo que decimos. Él siempre nos da un toque de atención para que bajemos de las alturas, pongamos los pies en la tierra y salgamos del mundo de las palabras, de las frases bonitas y del conocimiento de segunda mano. Y para que nada mas saltar de la cama cada mañana , nos posicionemos adecuadamente y comencemos humildemente nuestro día a día desde donde realmente estamos, y no desde donde nos gustaría estar.



Ese momento, el del despertar, es una buena ocasión para constatar nuestra tendencia a comenzar nuestro estado de vigilia a prisas y semi-inconscientes. De reconocer que enseguida nos queremos vestir con el traje de la  individualidad, (que sólo es un manojo de experiencias pasadas). Y de ver como damos entrada en nuestra cabeza a una turbulencia de ideas (como esas que usan los ejecutivos), que no respetan el ritmo de la vida, las necesidades de nuestros cuerpos, ni las de los demás seres y compañeros en esta aventura universal que es el existir.



Si en esos momentos nos paramos, respiramos y sosegamos la mente,  y antes de emprender cualquier acción nos preguntamos ¿que me lleva a hacer esto o lo otro o a actuar de esta u otra manera ? o ¿que es lo que siento en este momento? Saltarán indicadores que hablarán de los sentires  más variopintos. Sentimientos y emociones que se ocultan tras bambalinas y tapan frustraciones y angustias , y que son los que salen disfrazados bajo una agenda repleta de actividades y bajo una cabeza amueblada con aquello de  “quiero o no quiero” o “a quien quiero o no quiero ”. Porque el “yo” tiene ahí su territorio comanche .



Y esos sentires se reparten a un cincuenta por ciento, porque

Sentimos sintonia con los que piensan igual que nosotros, nos aprecian y con las cosas que nos gustan y

Nos sentimos incomod@s con los que no nos aprecian, nos olvidan .....y un largo ecétera de nos.



Así que honradamente hemos de reconocer que cada día, si damos recorrido a la mente, nos encontramos con un 50% de la vida que nos gustaría excluir, rechazar o en el mejor de los casos pasar de puntillas por encima de ella, de medio lado o hasta en un derroche de generosidad, tener la grandeza de perdonar de que sea o haya sido así.



Pero eso, a nosotros, indagadores comprometidos, Vedantines prácticos, no nos vale. No nos vale porque eso no erradica el conflicto y la confrontación de nuestras vidas. Y nosotros queremos expresar en la acción lo que la comprensión nos ha hecho entender. Que más allá de nuestros estados mentales y emocionales, somos Sabiduría y Amor infinitos. Y esa Sabiduría y Amor infinitos no saben de particiones ni de negociaciones de tantos por ciento.



Dice Nisargadatta “El Amor dice “Yo Soy Todo” y la sabiduría dice “Yo Soy Nada”, entre ambos fluye mi vida. Y esta frase es un buen poste indicador que nos llevará a remover hasta lo más profundo de las entrañas..



Porque , ¿que es eso de ser Todo y que conlleva?, ya que cuando decimos “ No soy Nada”,  en principio podemos estar afirmándo nuestra comprensión, aunque sea sólo intelectual. Pero aún queda por confirmar si nuestro aspecto humano y sombrío, con sus pares de opuestos está integrarlo,  (el nuestro..., el de nuestro vecino, el de toda la humanidad que llevamos dentro). Una frase que adelanta posibilidades, pero que hay que demostrarla en los hechos, ya que eso es el resultado final de una larga y firme andadura, pero exije un trabajo previo en donde la purificación interior anule la interferencia del ego y uno se haya descubierto antes como el “Yo soy todo”. que ha trascendido las limitaciones de la mente.  (que es la que crea los cincuentas por ciento y la dualidad ). 

La Unidad Absoluta con todo lo creado, que es Conciencia Pura al cien por cien, da recorrido al Amor del Ser que se refleja en cada pequeño acto,  que aporta calidez y claridad a cada situación en la que nos encontremos, con cada persona con la que dialoguemos.... Y así concuerdan nuestros dichos con nuestros hechos y somos Vedantines Prácticos, en donde todas las virtudes puedan florecer.