Cuando las palabras están dichas, hay silencio. El silencio antes de que las palabras fueran dichas ¿es distinto del silencio que viene después? El silencio es uno y sin él las palabras no podrían haber sido oídas
(Nisargadatta)
Es interesante observar en donde nace el impulso que hay detrás de cada palabra y buscar la fuente de la energía que las genera, para así aprender a utilizarlas de la forma adecuada, cuando realmente son necesarias y con el respeto que merecen, pues es grande el poder que hay detrás de ellas.
¿Y antes de la palabra, que soy yo?
Y lo que soy ¿puede ser perturbado, alterado o tocado por ella?
No cabe duda de que la palabra es una maravillosa herramienta de comunicación, y que a través de ella se han trasmitido esas verdades que nos han ayudado a comprender y a despertar a nuestra realidad esencial. Así cada palabra debe de ser tratada como una semilla, que fructificará si dispone de la tierra adecuada.
Esa lucidez que nos ha llegado a través de ellas, al principio comienza sólo como claridad en las ideas, en los conceptos, en los sentimientos, pero poco a poco va haciendo que encontremos el empuje necesario para hacer que toda nuestra vida se trasforme y se convierta en un fiel reflejo de la comprensión.
Y el camino espiritual empezamos a entenderlo como un proceso natural de maduración hacia el despertar y a la vivencia de lo que realmente somos.
¿Y que somos realmente?
Para descubrirlo Nisargadatta nos invita a que nos situemos siempre antes del nacimiento :
¿Qué era yo antes de nacer?
¿Qué es lo que aparece con el nacimiento?
Lo que aparece ¿no es el estado de Presencia? Ese que nos permite atestiguar el contenido de la mente. Conciencia, sólo Conciencia.
Parece que a partir de reconocer esto, la madurez nos va a exigir posicionarnos para que dejemos de vivirnos ya como un cuerpo y una mente que tienen consciencia, y empezar a hacerlo como Consciencia que dispone de cuerpo y mente.
Y desde esa atestiguación, aunque sigamos viendo aparecer las viejas tendencias reclamando que nos identifiquemos con las cosas, que nos apeguemos a los objetos, que sigamos creando personajes para que nos defiendan en cada suceso de la vida.... .. dejamos que todo eso traspase nuestro espacio interior...., pensamientos...., sentimientos...., emociones, situaciones buenas o menos buenas que pretenden quedarse a vivir ahí,.... pero a las que ya no les permitimos que se estanquen impidiendo el frescor y el fluir de la vida.
Y entonces veremos surgir la acción inteligente.....esa que es la necesaria en cada momento, para cada momento. Realizada con interés, pero con afectuoso desapego... porque lo más importante ya está teniendo lugar, que es ser trasparentes a lo Real.
10 comentarios:
Bea, gracias por estas entradas con profunda reflexión que invitan a seguir en este proceso, recibe un cálido abrazo y que así sea.
Hola Beatriz,
te felicito por tu estupenda entrada, llena de claridad y directa al entendimiento de "lo que es".
Un abrazo!
José Manuel.
Sí Beatriz "no permitir que se estanquen", no invitarlas a quedarse, verlas llegar y dejar que se vayan y así con todas y cada una de las experiencias...entonces no habrá conflictos ni cuestionamientos, sólo la tranquilidad que da la comprensión.
Gracias Bea por esta hermosa reflexión, y un abrazo.
Muy buen texto, te felicito Beatriz!
Sobre todo eso de enderezar la perspectiva para "vivir como consciencia con cuerpo y mente" y no a la inversa. Excelente!
Namasté Amiga en el Ser!
Querida Bea: "... dejamos que todo eso traspase nuestro espacio interior..." que así sea! Hermosa e inspiradora entrada.
Un abrazo!
Muchas gracias por el valiente comentario al párrafo de Maharaj.
muy lúcido
un saludo, con cariño
Gracias Queo,
Gracias Jose Manuel,
Gracias Delia,
Gracias Ganapati,
Gracias Victoria y
Gracias Santosham, por acompañar esta andadura y enriquecer con vuestras palabras este espacio
Un abrazo a todos Bea
Gracias Bea, una lúcida reflexión respecto de un proceso del cual, en principio, siento que no somos testigos; creo que lo vivenciamos y nos vamos dando cuenta "en paralelo" lo que nos está sucediendo (es como un encuentro mezclado porque te das cuenta que tu mente produce pensamientos y a la vez te das cuenta que estas atestiguando eso que sucede en tu mente), o sea, siento y me identifíco cuando dices...
... "Lo que aparece ¿no es el estado de Presencia? Ese que nos permite atestiguar el contenido de la mente. Conciencia, sólo Conciencia."....
Le decía a Ganapati que es algo muy particular y que vivimos en soledad (lo del silencio y las palabras, que es el título de tu entrada), como experiencia única y difícil de transmitir.
Saludos y gracias por tu gran aporte a la comprensión de todos los buscadores.
Te saludo con las manos juntas.
HARI OM TAT SAT!!!
TAT TVAM ASI!!!
Hola Juan Carlos:
Gracias por compartir tu sentir en este espacio.
Es cierto que en cuanto se trata de vivencias es difícil encontrar palabras que puedan definirlas, porque precisamente la vivencia las precede, es anterior a ellas, habita en ese silencio o fuente que las hace posibles.
Eso que es precisamente lo que nos une: la conciencia, y de ahí también la responsabilidad que nos corresponde para que toda palabra parta de esa fuente y lleve su sello, como vehículo del amor y de la verdad.
Recibe un cariñoso saludo
Bea
"Las palabras"; no todas se las lleva el viento, como dicen, cuando surgen de la comprensión y de la madurez son dardos que se clavan en el fondo de nuestro ser, resuenan en el espacio interior y, como semillas caídas en buena tierra a su debido tiempo germinan.
¡Que lúcida y hermosa reflexión Beatriz!.
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