Tenemos mil
teorías sobre el amor.
Y decimos que
amamos a ciertas personas sólo cuando nos sentimos correspondidos con sus
sentimientos y con su compañía, porque si se alejan de nosotros y nos quedamos emocionalmente
confusos o perdidos, empezamos a dar muestras de indiferencia o antipatía.
Depender de otro
para sentirnos bien, es abrir las compuertas del dolor, pues la dependencia emocional
o sentimental siempre genera ansiedad, temor
y celos. Y el sentimentalismo y la emoción, al igual que el placer o el deseo, nada
tienen que ver con el amor, porque son producto de las expectativas y de la
memoria. Y donde se está a expensas de la imaginación y de la memoria no puede haber
amor, porque el AMOR siempre es algo fresco que tiene que ver con el AHORA.
Lloramos cuando
nos sentimos abandonados, rechazados, excluidos, cuando no nos sentimos
queridos. Pero esos pesares son fruto de nuestro pensamiento, de ese seguir
dando vueltas a la cabeza, dentro del tiempo psicológico y de la estructura del
“mi”, … fomentando una identidad a
través de : “mis lágrimas” y “mi dolor”.
Así que esos
llantos provienen de que nos hemos dividido entre "yo y el otro" y
hemos puesto nuestra capacidad de amar en manos de los "otros" ya
sean objetos o personas
Por eso tenemos
que ver con claridad que la dependencia…, los celos… la compasión, no son amor.....
El tener quien me quiera o a quien querer no es necesariamente amor. Tenemos
que ir quitando capas a esa cebolla y eliminando todo eso, en completo silencio
y soledad y entonces sí que empezaremos a intuir lo que es AMOR.
2 comentarios:
Gracias Bea ! me encanto el articulo lo comparto en mi blogg!! Saludos de Luz !!!! Agu
GRACIAS... BEA! ME ENCANTO EL ARTICULO LO LLEVO A MI PAGINA! ABRAZO DE LUZ!!! aGU
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