¿Nos damos cuenta de la influencia
tan grande que la palabra puede llegar a ejercer sobre nosotros? ¿de que una
simple frase pueda alegrarnos o amargarnos todo un día?.
Quizá eso sea debido a que la
palabra, aunque no sea un hecho, lo señala.
Por eso, ese medio tan estupendo
que tenemos para comunicarnos, para expresarnos, debería de merecer un gran
respeto. Debería de ser tratado como una semilla, que va a dar frutos, de
acuerdo a su calidad.
Porque cuando nos acercamos a la fuente de la que surgen, nos encontramos con el enorme potencial de energía que las impulsa, lo que nos debería de volver más responsables de utilizarlas de manera verídica y apropiada a cada circunstancia.
Hay palabras que aportan claridad a las ideas y calidez a los corazones, porque fluyen desde un centro de inteligencia pura, no contaminada por el discurso mental. Y que, alineadas con la vida, trabajan, al igual que ella, a favor de la unidad y del crecimiento.. Y de esas palabras aprendemos y nos servimos, para que den pronto frutos que puedan verse reflejados en las acciones.
Porque cuando nos acercamos a la fuente de la que surgen, nos encontramos con el enorme potencial de energía que las impulsa, lo que nos debería de volver más responsables de utilizarlas de manera verídica y apropiada a cada circunstancia.
Hay palabras que aportan claridad a las ideas y calidez a los corazones, porque fluyen desde un centro de inteligencia pura, no contaminada por el discurso mental. Y que, alineadas con la vida, trabajan, al igual que ella, a favor de la unidad y del crecimiento.. Y de esas palabras aprendemos y nos servimos, para que den pronto frutos que puedan verse reflejados en las acciones.
Pero hay otro tipo de palabras....,
Palabras que sólo entretienen,...palabras inadecuadas, que confunden, que
distorsionan. Palabras huecas, palabras falsas....palabras innecesarias, de las
que deberíamos de huir lo antes posible, porque son como columnas de humo que
tapan con su negrura el brillo del corazón.
Por eso las palabras pueden ejercer
como barómetros para detectar la calidad de nuestra mente, porque nos alertan
de muchos aspectos que nos pasan desapercibidos....encantados como estamos
tantas veces con nuestros muchos personajes...... .
Y así las palabras agrias, ácidas,
sarcásticas, discriminatorias...... impulsivas.... engañosas,
….ofensivas...vacías .....o la constante necesidad de reconocernos en las
palabras....son señal inequívoca de confusión, inconsciencia y formas de
desahogo de una mente distorsionada.
Pero las palabras justas,
motivadoras, comprensivas, compasivas...integradoras...son el reflejo de la
inteligencia primordial de nuestros SER, al estar siempre al servicio de la
verdad y de la belleza de la vida, como vehículos de una Conciencia que no las
usa para entretener a las personas sino para iluminarlas y dotarlas de
claridad.
4 comentarios:
Gracias Bea!
Qué importante el mensaje que hoy nos das!
Me hiciste recordar cuando Ramana ponderaba el SILENCIO asegurando que las palabras, vienen a ser nietas o derivados de la consciencia, tras haber pasado ellas por el "filtro" de la mente condicionada, donde toman un tinte personal y confuso... y así todo, transmiten el impulso de su centro creador!
Tantas veces por desatención las utilizamos tristemente, lastimosamente, deshonrando esa fuente que tan hermosamente nos recuerdas... y cuando oramos, o estamos ante una entidad espiritual elevada, las palabras no nos salen... no surgen... las ideas se agolpan o escapan, pero no llegan a tomar forma!
En el Principio fue el Verbo, dice la biblia, y es en ese principio donde debemos permanecer, a los pies del amado, en el silencio perfecto del que se siente uno con la fuente... hasta que la palabra nos UTILICE a nosotros y no a la inversa!
Entonces, cuando sentimos que nos quema, que nos deshace, que nos sorprende y desborda las propias expectativas, podemos estar seguros que esa palabras vienen del corazón, del Amor divino, de la vida misma, del Ahora eterno!
Gracias por recordarnos esta enseñanza tan importante, que puestos a interactuar con el mundo, es a la vez fácil de pasar por alto!
Gracias por tus palabras llenas de sentido de ser... Y darle esta forma tan amigable, al obsequio de tu corazón!
_/_ Namasté Bea!
Gracias Willy por enriquecer una vez más estas reflexiones.
Tienes razón en que las palabras son de la mente, como toda la manifestación que pende de un hilo de la consciencia. Y por eso precisamente, porque la mente es la gran obstructora de la verdad, la que confunde y distorsiona, siempre considero que es por donde hay que comenzar a barrer.
El Vedanta se dice que es el fin de los Vedas, o sea el fin de la palabra. Y que nuestra verdadera Realidad empieza en donde la palabra termina. Así que las palabras por muy sabias que sean ya sabemos que sólo nos pueden conducir hasta el límite de ellas. Porque más allá sólo somos testigos silenciosos de ellas. Sin olvidar que ese silencio que las precede, tanto como el que las sigue, es el que las hace posibles.
Las reflexiones que comparto son las que me van acompañando en mi camino de regreso a casa. Porque he visto durante bastantes años, que aún comprendida la verdadera naturaleza de uno, como Conciencia Existencia y Dicha Absoluta, queda un largo recorrido por delante de puesta a punto y de confrontación con lo falso.
Los maestros que ya han hecho su trabajo pueden hablar y vivir desde su conquistada lucidez. Pero entre los caminantes que vamos haciendo el camino despacito como nosotros es de lo más enriquecedor el poder compartir las vivencias y los obstáculos que vamos encontrando al establecimiento de esta nueva dimensión en nuestras vidas.
Un abrazo Bea
Claro que si, mi hermana caminante!
Coincido totalmente con todo lo que aclaras... y vemos juntos como un tema se enriquece tanto, que nos lleva al SILENCIO... cerrando su ciclo evolutivo y creando espacio en todos los que caminamos junto a él!
No pienso que haya gente más o menos despierta... tú indudablemente has despertado!
Y lo que me haces sentir es lo mismo que cualquiera de los que hoy escribe libros o tiene seguidores... Tal vez la única diferencia es que tú te pones en un plano de igualdad y por eso mismo, algunos tendrán sus tapujos, y otros, como este caminante, se sentirán más honrados aún con tu amistad!
Muchos necesitan pasar por esa relación de gurú-discípulo y por eso existen los maestros, más creados por la necesidad de quienes los adoran!
Pero un Eckhart Tolle por ejemplo, es un caso como el tuyo, un ser muy cercano, que te habla íntimamente, sentado al lado tuyo, caminando codo a codo... hacia adonde? Hacia ningún lado... hacia el fluir... hacia el paso a paso en unidad!
¿Qué más hay que esperar... que más necesitamos que la certeza de que el Amor nos vive... nos alza... y nos hunde... y nos utiliza para manifestarse una vez más y volverse a ocultar!?!?
No es que nada termine... como bien dices... al despertar TODO EMPIEZA, pero ya no hay prisa, ya no hay necesidad, ya no hay esclavitud ni liberación... sólo la espectación serena de cómo será... de qué manera podremos colaborar, dando todo al SER, para disolvernos totalmente... casi sin darnos cuenta!
Es mi visión al menos... esa que dice que el polvo vuelve al polvo y el amor... al AMOR INFINITO, a la FUENTE ETERNA!
Hacia allí caminamos... de instante en instante... donde cada paso es la meta... y cada hermano, el maestro/discípulo exacto o (me gusta más) el compañero apropiado para DARLO!
GRACIAS BEA, ME HAS LLENADO NUEVAMENTE EL DÍA DE AMOR Y DE LUZ!
SIGUE BRILLANDO EN TU PROPIO SER... YA ERES AQUELLO... TAT TWAM ASI!
_/_ Namasté!
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