Sucede a veces, que en cuanto se presentan situaciones difíciles o incómodas, la mente salta de manera impulsiva y se queda enredada en juicios y condenas. O que no deja de rumiar y rumiar sobre asuntos difíciles de digerir. Y es un rayo de lucidez que aflora en medio de la confusión, el que nos alerta: ¡Basta ya! ¡deja de hacer ruido!, ¡Deja que la vida suceda!. Porque efectivamente, la vida discurre por cauces que le son desconocidos a la mente. Y sucede....como sucede.
Esa lucidez que se
escapa en cuanto la vida enviste con los cuernos, indica que que debemos de incidir en nuestra investigación, para ir
desenmascarando el desasosiego y la ansiedad que se generan y que nos despistan, con las prisas por sacar de encima el exceso de energía distorsionada
que no sabemos cómo canalizar.
Aunque el hecho de saber
que “ la vida ocurre” tampoco nos va a permitir sentarnos tranquilamente a mirar como
ocurre....no. Porque la vida no ocurre como algo separado de nosotros. Ocurre
porque nosotros somos la VIDA. La Somos
(en mayúscula) . Y la vida ocurre a veces en forma de enfermedad, de tsunami,
de destrucción y de muerte, al igual que ocurre
también de la manera opuesta, de esa a la que no le hacemos ascos y nos
cogemos de la mano de ella, porque nos gusta.
Por eso, cuando nos
hacemos conscientes de “que la vida que ocurre no es ajena a nosotros, porque
nosotros somos esa vida”, lo que sí vamos a constatar son los millones de
impedimentos que interpone la mente para resistirse a su fluir..... los muchos
disfraces con que se vestirá para obstaculizar su discurrir.....e impedir ser
“engullido” en su enorme caudal de energía.
Muchos
entretenimientos no son más que escapatorias al miedo y angustia que produce
afrontar la vida como un todo. Muchas salidas impulsivas....de
compras....cine, TV y hasta actividades perfectamente lúdicas y
colaborativas, se ponen en marcha por la rebeldía a tener que integrar una
parte de ella. Esa que despierta la parte
oscura que aún llevamos escondida..
Pero la comprensión,
siempre invita a la acción. Nos vuelve terriblemente serios y atentos a
nuestras maneras de pensar y de sentir.
Si cuando leemos una receta de cocina,
ya estamos deseando ponerla en práctica para aprender la dificultad que
entraña, con relación a nuestro auto conocimiento nuestro interés se vuelve
mucho mayor. Si ya sabemos la teoría y lo que les ha funcionado a otros para lograr su realización. ¿que conocemos de
nosotros? Conocemos donde están nuestras barreras e impedimentos a que eso
funcione? ¿Nos preocupamos en ir destapándolos y sacándolos a la luz?
El conocimiento
siempre es de lo falso. El Sí Mísmo no puede conocerse a Sí Mismo. Y repetir Yo
Soy, Yo Soy....ya hemos visto que no nos libera de la esclavitud, a menos que
hayamos antes clareado y barrido con todo lo que no somos. Por eso haber tenido
el honor y el privilegio de haber sido invitados a este despertar , debería de
volvernos terriblemente responsables de nuestros hábitos y comportamientos. Y
eso exige una buena dosis de humildad y de compasión, porque "el conocimiento"
que nos transmiten es útil al principio ....pero en cuanto ha sido asimilado....hay
que soltarlo ...porque eso es vida de segunda mano. La que nos cuentan, no la
que construimos nosotros día a día y de instante en instante
Así que descartar es
necesario. Necesitamos abandonar los libros y las escuelas, para quedamos cara a cara con nosotros mismos..., porque
ahí empieza el verdadero aprendizaje. Nos convertimos en niños que salimos a
nadar por primera vez sin flotador, o a
andar en bicicleta sin las ruedas de apoyo. ¿qué hacer, Dios mío, decimos? ¿en
qué me convierto si no tengo referencias?
Hasta ahora todo
habían sido intercambios. De permitir todo tipo de pensamientos ...habíamos
elegido tener pensamientos positivos. De sentir todo tipo de emociones, ahora
ya nos quedábamos sólo con las más motivadoras. De mirar cualquier programa en
la TV, ahora ya seleccionábamos ....De
tener todo tipo de amistades, ahora también buscábamos las más afines y
“espirituales”...y a eso le llamábamos crecer.....Crecer en amor.....crecer en comprensión,....crecer
en unidad.....pero lo que si que crecía era un recién estrenado personaje espiritual
....
Así que fuera auto-engaños, que toca prepararse
para afrontar de primera mano la
realidad.
Y ¿estamos preparados
a física y emocionalmente para ello? ¿tenemos el cuerpo y la mente preparados
para ser vehículos de la vida?
Porque ser la vida,
supone ser todo su enorme potencial de energía, en donde ya hemos vaciado de
ideas y expectativas a ese personaje que solíamos llevar encima como “mi yo”,
“mi historia” “mis ideas”. Supone que se han abolido las distinciones entre lo
mío y lo tuyo, y por lo tanto cada alegría es mi alegría y cada dolor mi dolor,
revestidos con un traje universal, que a veces no viene precisamente de bonito.
¿y estamos dispuestos
a ello?. Nisargadatta preguntaba a algunos de sus visitantes sobre esto y les
advertía: “Si usted se queda aquí le advierto que lo va a perder todo”.
Nosotros al contrarío
creemos que vamos a ganar, que vamos a ganar paz....ganar felicidad...ganar
amor...¿pero que podemos ganar si ya no va a estar nadie para adjudicarse los
méritos? O ¿quién va a ganar entonces con ello?
Afortunadamente el que
si ganará, en paz y armonía, va a ser el universo que se ha librado de un
enredo más.
Así que cada paso nos
pedirá mayor pureza física y mental. Nos pedirá consciencia en todo lo que
hagamos..... amor hacia todas las criaturas....compasión hacia nuestras
debilidades y las de los demás....Nos pedriá que nos responsabilicemos de como llenamos nuestros
estómagos..., y nuestras cabezas.... Y nos invitará a dejar atrás aquellas
historias por las que tanto nos gustaba definirnos....lo que hemos hecho, lo que
sentimos o lo que tenemos.....ya que toca vaciarse.
Y nos alentará a que lo hagamos despacio y sin saltar niveles. Que
empecemos por cosas sencillas. ¿Cuidamos la respiración ? ¿Cuidamos
la alimentación? ¿Cuidamos el ritmo de las acciones? ¿Estamos atentos a
los impulsos? ..Porque no se puede servir a dos amos a la
vez. No se puede servir a una mente disgregada y a al SER.
Hay que poner orden. Y
para poner orden hay que empezar por poner claridad y saber lo que
queremos en realidad
Decia Nisargadatta:
El fruto interior debe de madurar. Hasta entonces debe de continuar la disciplina, vida en la presenciación.Gradualmente la práctica deviene cada vez más sutíl, hasta que deviene enteramente sin forma.
El
No hay comentarios:
Publicar un comentario