Título: Volver al Origen: Un Viaje para reconocer nuestra Esencia
Introducción:
Muchas veces, nos identificamos con las múltiples capas que hemos construido a lo largo de la vida: con nuestra profesión, nuestras relaciones, nuestras creencias. Sin embargo, en el corazón de la enseñanza no dual, se nos invita a indagar más allá de estas capas y volver a lo que realmente somos: el Ser puro. En este artículo, se propone un ejercicio práctico que nos ayudará a re-conectar con la esencia más allá de las identidades y roles. Es un viaje de regreso al origen.
Desafiando las identidades:
A lo largo de la vida, acumulamos identidades (nombre, profesión, relaciones, etc.) que terminan por definir cómo nos percibimos y cómo experimentamos el mundo. En éste acercamiento a lo más profundo de nosotros mismos somos invitados a cuestionar esas identidades y a descubrir lo que está más allá de ellas.
Este ejercicio práctico nos puede ayudar a ir contrastando las teorías
En primer lugar buscamos un lugar en donde permanecer tranquilos durante unos minutos.
Cerramos o no los ojos (cómo mejor nos sintamos), y tomamos unas cuantas respiraciones profundas, permitiendo que el cuerpo se relaje.
Imaginamos que retrocedemos en el tiempo, dejando atrás cada identidad que hemos asumido en la vida. Comenzando con las más superficiales:
Nombre.
Edad.
Profesión o estado laboral.
Lugar de nacimiento.
Relaciones.
Nos vamos despojando de cada capa de lo que pensamos que somos. Y con cada capa que dejamos ir, nos preguntamos: "¿Quién soy sin esto?".
Llegamos al punto donde todas las identidades se disuelven y no queda ninguna etiqueta, ningún rol. Solo queda la sensación de Ser sin más atributos, el testigo silencioso o el estado de Presencia.
Permaneceremos en ese estado sin etiquetas ni definiciones por el tiempo que consideremos, sin nada que hacer, solo estar.
Reflexión final:
Cuando estemos listos, abrimos los ojos lentamente y tomamos unos momentos para reflexionar. ¿Cómo nos sentimos después de soltar todas las identidades? ¿Qué queda cuando todas esas capas superficiales se disuelven?
Este reencuentro con nuestra esencia es sólo un indicativo que invita a una práctica constante de desapego y auto-indagación. Al hacernos conscientes de las capas que nos cubren y al aprender a soltarlas, nos acercamos a la experiencia directa de lo que realmente somos: el ser puro, libre de limitaciones y condicionamientos.
En las enseñanzas no duales, se nos recuerda que todo lo que identificamos como "yo" —nuestro cuerpo, mente, emociones e historia personal— es parte de la ilusión de separación conocida como maya.
Al entender el poder encubridor de esa maya, y lo efímero y pasajero del campo de nuestra existencia, e ir soltando la atadura a estas identificaciones, podemos descubrir como trasfondo de todo esto, el estado de pura conciencia, donde reconocernos como el testigo eterno, más allá del tiempo y del espacio.
Decía Nisargadatta Maharaj: "Nada de lo que veo es mío. Nada de lo que pienso es mío. Yo soy eso, el espacio en el cual todo ocurre, pero no soy lo que ocurre."
3. Integrar un diario de reflexiones:
Después del ejercicio propuesto, también puede resulta práctico apoyarse en un diario donde escribir las impresiones sobre lo que se experimenta.
¿Qué identidades resultan más difíciles de soltar?
¿Qué se siente al llegar a ese lugar de simple presencia?
¿Qué emociones surgieron durante el ejercicio?
Esto fomenta la práctica reflexiva
Y para esos momentos sin tiempo del día a día:
Cuando nos sentimos confusos por los roles que hemos de asumir o expectativas que se despiertan en nosotros podemos hacer una pausa, respirar profundamente y preguntarnos: "¿Quién soy sin todo esto?". Y ese pequeño espacio de tiempo nos puede servir para recordar que el verdadero ser está más allá de las circunstancias.