Dice
Nisargadatta que “Antes de establecerse en el Sí Mísmo, Satwa, la
guna de la estabilidad y de la armonía debe de ser conquistada”.
Algunas
escuelas de Yoga tradicionales recomiendan una purificación previa
del cuerpo y de la mente, para que el acercamiento a la Verdad se
vaya produciendo de una manera gradual pero efectiva. Y esto no
significa que tengamos que convertirnos en esto o lo otro,que sería
añadir mas condicionamientos a los que ya hay, si no que muy al
contrario, va a suponer un buen lavado que se llevará por delante
cantidad de hábitos nocivos y de resistencias que no hacían más
que oscurecer y distorsionar nuestra lucidez esencial. Este
recorrido, que nos lleva al encuentro de estados más profundos
de Conciencia, se puede apoyar en algunas sencillas pautas que
nos invitan a ser responsables y a una puesta a punto de todos
nuestros instrumentos:
-
Ejercicio adecuado que conecte el cuerpo y la mente y nos ayude a
detectar los nudos y tensiones que habitualmente pasan
desapercibidos por vivir a ritmos inadecuados, o hacerlo sólo
mentalmente, para que al aflojarlos, permitir que se redistribuyan
las energías y se armonice todo nuestro espacio interior.
- Alimentación sana y equilibrada, carente de excitantes, que
evite sobrecargas energéticas que sólo sirven para alterar el
organismo, provocar un sobre-tono emocional, o que vuelven
nuestros cuerpos opacos , perezosos y pesados
- Respiración consciente que nos dirá que lejos de la
imaginación, ya somos uno con la vida, porque el soplo vital es el
hilo conductor que mantiene unido a todo el universo .
- Relajación adecuada, que no es un “no-hacer”, si no un
“hacer consciente”, un estado de “entrega” , de soltar las
defensas....”una alineación con la vida”, la puerta de entrada a
ese estado carente de deseos y temores, preludio del reencuentro con
lo más puro de nosotros Mismos.
- Y
la Meditación, el Silencio interior o la Quietud... (que no
importan los nombres) , que al desvanecer las fluctuaciones mentales,
hace posible descubrir que más allá de la mente (en silencio o no)
, permanece inalterable el núcleo de nuestro SER, como fuente de
Existencia, Conocimiento y Bienaventuranza absolutos
Esta
toma de conciencia que parte de los aspectos más vitales y
periféricos, irá destapando todas nuestras resistencias a soltar, al regular el flujo de la energía universal que
desde la oscuridad, distorsión o pereza de tamas, que ocasiona que
el ser humano se sienta alienado de Sí Mísmo, pasando por la
agitación y los excesos de rajas, que no dejan a la mente
parar para descubrir su limitaciones y funciones, ir desembocando
suavemente en la armonía y pureza de satwa, que será el foco de Luz que pondrá orden y claridad, alertándonos de los hábitos
incorrectos en el pensar y el sentir que nos hacen vivir
de espaldas a nuestra propia naturaleza, y que nos dará fortaleza para hacer que nuestro cuerpo-mente se transforme en algo ágil y
sensible, fiel reflejo de nuestro SER.
La respiración amplia y consciente nos permitirá salir de la esclavitud que supone una mente en constante elección y
parloteo con un cuerpo emocional desasosegado, condición previa para que el estado meditativo se establezca y se trasluzcan nuestras cualidades de SER, AMAR y CONOCER impersonalmente.
A veces sucede que si nuestra búsqueda espiritual se realiza a
través de la discriminación de la mente, sin tener en cuenta y
responsabilizárnos también de las demás funciones del cuerpo, para
integrarlo como un todo, se interponen inquietudes o desasosiegos de
todo tipo, al encontramos con los desequilibrios de energía que
producen los hábitos incorrectos de una alimentación o estilo de vida
inadecuados. Aunque de
cualquier manera que emprendamos el camino, al final, todos los vehículos
han de armonizarse al amparo de nuestro SER, ya que ante la clara
objetivación de nuestro estado interior, siempre saltarán
las alarmas al detectar cualquier estado egótico, neurótico o de
sobre-excitación. De vuelta a la casa del Yo mas profundo,
el Amor que allí habita no permite que quede nada ni nadie fuera de
su cuidado.
Hasta
ahora su vida fue oscura (tamas) e inquieta (rayas). La atención, el
estado de alerta, la conciencia, la claridad, la viveza, la
vitalidad, todas son manifestaciones de integridad, de unidad con su
verdadera naturaleza (sattva). La naturaleza de sattva es reconciliar
y neutralizar a tamas y rajas, y reconstruir la personalidad de
acuerdo con la verdadera naturaleza del ser. Sattva es el sirviente
fiel del ser, siempre atento y obediente. (Nisargadatta)
2 comentarios:
Hola Bea, este articulo es very good very good y la diseñadora, que se sale.
Buen dia
Agustin
Siempre reflexioné sobre esto que aquí se cuenta, que de manera sincrónica aparece ante mí, quizás con la intención de hacer caso y tomar el camino de hacer que este cuerpo sea más liviano. Simplemente se trata de deshacer obstrucciones no de crear más.
Saludos, gracias por el artículo.
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