Hay un Vedanta Práctico que
tiene que ver más con los hechos, que con dichos, y que en seguida nos saca un espejo para que veamos que es lo que hacemos y como lo
hacemos. Y para que comprobemos si concuerda o no con lo que decimos. Él siempre nos da un toque de atención para que
bajemos de las alturas, pongamos los pies en la tierra y salgamos del
mundo de las palabras, de las frases bonitas y del conocimiento de
segunda mano. Y para que nada mas saltar de la cama cada mañana
, nos posicionemos adecuadamente y comencemos humildemente nuestro día
a día desde donde realmente estamos, y no desde donde nos
gustaría estar.
Ese momento, el del despertar, es una
buena ocasión para constatar nuestra tendencia a comenzar nuestro
estado de vigilia a prisas y semi-inconscientes. De reconocer que enseguida nos queremos vestir con el traje de la individualidad, (que sólo es un manojo de experiencias pasadas). Y de ver como damos entrada en nuestra
cabeza a una turbulencia de ideas (como esas que usan los ejecutivos),
que no respetan el ritmo de la vida, las necesidades de nuestros
cuerpos, ni las de los demás seres y compañeros en esta aventura universal que es el existir.
Si en esos momentos nos paramos,
respiramos y sosegamos la mente, y antes de emprender cualquier acción
nos preguntamos ¿que me lleva a hacer esto o lo otro o a actuar de esta u otra manera ? o ¿que
es lo que siento en este momento? Saltarán indicadores que hablarán de los sentires más variopintos. Sentimientos y emociones que se ocultan tras bambalinas y tapan frustraciones y angustias , y
que son los que salen disfrazados bajo una agenda repleta de actividades y bajo una
cabeza amueblada con aquello de “quiero o no quiero” o “a quien
quiero o no quiero ”. Porque el “yo” tiene ahí su territorio comanche .
Y esos sentires se reparten a un cincuenta por ciento, porque
Sentimos sintonia con los
que piensan igual que nosotros, nos aprecian y con las cosas que nos
gustan y
Nos sentimos incomod@s con los que no
nos aprecian, nos olvidan .....y un largo ecétera de nos.
Así que honradamente hemos de
reconocer que cada día, si damos recorrido a la mente, nos
encontramos con un 50% de la vida que nos gustaría excluir,
rechazar o en el mejor de los casos pasar de puntillas por encima de
ella, de medio lado o hasta en un derroche de generosidad, tener la
grandeza de perdonar de que sea o haya sido así.
Pero eso, a nosotros, indagadores
comprometidos, Vedantines prácticos, no nos vale. No nos vale porque
eso no erradica el conflicto y la confrontación de nuestras
vidas. Y nosotros queremos expresar en la acción lo que la
comprensión nos ha hecho entender. Que más allá
de nuestros estados mentales y emocionales, somos Sabiduría y
Amor infinitos. Y esa Sabiduría y Amor infinitos no saben de
particiones ni de negociaciones de tantos por ciento.
Dice Nisargadatta “El Amor
dice “Yo Soy Todo” y la sabiduría dice “Yo Soy Nada”,
entre ambos fluye mi vida. Y esta frase es un buen poste indicador
que nos llevará a remover hasta lo más profundo de las
entrañas..
Porque , ¿que es eso de ser Todo y que conlleva?, ya que cuando decimos “ No soy Nada”, en principio podemos estar afirmándo nuestra comprensión, aunque sea sólo intelectual. Pero aún queda por confirmar si nuestro aspecto humano
y sombrío, con sus pares de opuestos está integrarlo, (el nuestro..., el de nuestro
vecino, el de toda la humanidad que llevamos dentro). Una frase que adelanta posibilidades,
pero que hay que demostrarla en los
hechos, ya que eso es el resultado
final de una larga y firme andadura, pero exije un trabajo previo en donde
la purificación interior anule la interferencia del ego y uno
se haya descubierto antes como el “Yo soy todo”. que ha trascendido las limitaciones de la mente. (que es la que crea los cincuentas por
ciento y la dualidad ).
La Unidad Absoluta con todo lo creado, que es Conciencia Pura al cien por cien, da recorrido al Amor del Ser que se refleja en cada pequeño acto, que aporta calidez y claridad a cada situación en la que nos encontremos, con cada persona con la que dialoguemos.... Y así concuerdan nuestros dichos con nuestros hechos y somos Vedantines Prácticos, en donde todas las virtudes puedan florecer.
La Unidad Absoluta con todo lo creado, que es Conciencia Pura al cien por cien, da recorrido al Amor del Ser que se refleja en cada pequeño acto, que aporta calidez y claridad a cada situación en la que nos encontremos, con cada persona con la que dialoguemos.... Y así concuerdan nuestros dichos con nuestros hechos y somos Vedantines Prácticos, en donde todas las virtudes puedan florecer.
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